De Spikes a Experimentos: cómo transformar obstáculos en conocimiento puro

Image by E Swamy from Pixabay

Como coach ágil que se ha sumergido en las turbulentas aguas de la dinámica de equipo, el liderazgo y el cambio organizacional durante más de una década, el concepto de ‘Spikes’ ocupa un lugar especial en mi corazón. La historia de los Spikes, para mí, es un cuento de incertidumbre, exploración y, finalmente, claridad.

Pero primero, retrocedamos un poco en el tiempo. Los Spikes se originaron en la eXtreme Programming (XP), un tipo de desarrollo ágil de software. El término fue acuñado por Kent Beck mientras trabajaba en Chrysler a principios de la década de 1990. La metáfora proviene de la escalada en montaña: cuando no puedes avanzar sin obtener información adicional, «clavas un spike» para asegurar tu posición actual, exploras el entorno y luego decides cómo proceder.

Los Spikes tienen una hermosa simplicidad que oculta su importancia. Son actividades limitadas en tiempo, destinadas a responder preguntas o adquirir conocimiento, en lugar de producir trabajo listo para enviar. El objetivo de un Spike no es resolver un problema completamente, sino explorar posibles soluciones o la viabilidad técnica, para poder proceder con mayor confianza y menos riesgo. Cortan a través de la incertidumbre, como un faro en una noche brumosa, guiándonos por el camino correcto.

A lo largo de los años, una pregunta que a menudo se me hace es: «¿Estimamos los Spikes?» No hay una única respuesta válida para todos a esto. En mi experiencia, se trata menos de proporcionar una estimación tradicional, y más de asignar cierta cantidad de tiempo al descubrimiento. Un Spike es como un experimento, tiene una hipótesis y un límite de tiempo, pero los resultados pueden ser impredecibles.

Una técnica que he encontrado valiosa al trabajar con Spikes es la técnica del embudo. Esto significa explorar un poco de todo antes de decidirnos por un camino en particular. Esta estrategia ha ayudado a muchos equipos que he acompañado a evitar invertir demasiado tiempo en un camino posiblemente improductivo. Hay una verdadera belleza en la naturaleza creativa y exploratoria de este enfoque.

Los Spikes son instrumentos para facilitar el diálogo entre los miembros técnicos y no técnicos del equipo. El resultado de un Spike no es un fragmento de código o una nueva característica, sino una conversación, una comprensión compartida, un momento de «¡Ajá!» colectivo.

Pero, en definitiva, de un tiempo para acá me gusta llamar Experimentos a los Spikes. Así contribuyo al cambio en las conversaciones que se debe empezar a lograr en las organizaciones que están cambiando su enfoque. De esta manera, promuevo el aprendizaje, y el aprendizaje está en el corazón de la agilidad. En cualquier caso, un spike o un experimento es una herramienta, una de muchas en nuestro kit de herramientas ágil. Usarlo de manera efectiva, como todas las habilidades, requiere práctica, reflexión y ajuste.

Al reflexionar sobre los numerosos experimentos con Spikes que he realizado con equipos y organizaciones a lo largo de los años, me sorprende su poder transformador. Cada Spike es una historia de exploración, cada resultado un capítulo de aprendizaje que informa nuestro viaje ágil. Ya sea que encontremos lo que buscamos o nos encontremos con descubrimientos inesperados, cada Experimento nos acerca un paso más a nuestro destino.

Con esto en mente, te invito a explorar los Spikes, a dejarlos atrás y a empezar a llamarlos Experimentos, a abrazar la incertidumbre, y verlos no como obstáculos, sino como piedras de paso hacia una organización más ágil y orientada al aprendizaje. Porque cada Spike que clavamos, cada pregunta que hacemos, cada hipótesis que probamos nos acerca a todos a crear productos verdaderamente notables.

Los Spikes no son simples desvíos en nuestro viaje ágil, son los atrevidos saltos hacia lo desconocido. Llamarlos Experimentos subraya su verdadera esencia: son nuestras audaces búsquedas de conocimiento, nuestras emocionantes incursiones en la incertidumbre, que transforman nuestros obstáculos en escalones en el camino de la innovación.

Créditos de la portada: Imagen de E Swamy en Pixabay.

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