Ahora que hablamos de Inteligencia Artificial General y de Máquinas Ultrainteligentes que nos acercan precipitadamente a un estado de singularidad tecnológica, es bueno hacer un alto en el camino (ágil) y preguntarnos si nuestro Scrum Master es, en secreto, una IA. Parece chiste, pero mi acuciosa observación de múltiples escenarios me ha llevado a pensar que, en realidad, muchos Scrum Masters se comportan hoy como una IA. En cualquier caso, lo que me sigue interesando es fomentar que cada Scrum Master se comporte más como humano y menos como una máquina. Les contaré con ejemplos por qué eso es lo mejor.

Aplicando las tres leyes de la robótica de Asimov a Scrum

Las Tres Leyes de la Robótica, aquellas que el gran Isaac Asimov nos dejara como legado en su relato de 1942 Círculo vicioso, son una lente peculiar mediante la cual podemos tantear, en el sentido de “certificar” a nuestros Scrum Masters. Estas tres leyes, adaptadas al entorno ágil se pueden ver así:

Primera Ley: un Scrum Master no debe dañar a un miembro del equipo o, por inacción, permitir que un miembro del equipo sufra daño.

Veamos el siguiente escenario: tu Scrum Master percibe que estás cansado, quizás a punto de ser presa del “síndrome del quemado”.

¿Es humano? Tu Scrum Master actúa sacándote del entorno agotador de tu trabajo para que tomes un respiro y facilitando con todos un sano debate sobre la gestión de la carga de trabajo y la salud mental. Como primeras acciones, fomenta tomar descansos frecuentes y la redistribución de tareas para equilibrar la carga, incluyendo el trabajo mediante alguna forma de enjambre (Swarming).

¿Es una IA? Como IA, tu Scrum Master bien podría indicar el riesgo de fatiga a través de un análisis de datos, pero sin la empatía y la comprensión suficientes para navegar por la inherente complejidad humana de las emociones y el estrés. Cierra el caso y continua con el Sprint.

Segunda Ley: un Scrum Master debe obedecer las órdenes dadas por el equipo, excepto cuando estas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.

Escenario: durante una retrospectiva, el equipo decide probar un nuevo enfoque para las reuniones diarias.

¿Es humano? Tu Scrum Master facilita este cambio mientras mantiene un ojo atento en la dinámica del equipo, listo para pivotar si las cosas no salen según lo planeado.

¿Es una IA? Tu Scrum Master implementa el nuevo enfoque, pero empieza a tener dificultades para adaptarse en tiempo real a las necesidades cambiantes del equipo o a la resistencia sutil de algunos de sus miembros.

Tercera Ley: Un Scrum Master debe proteger su propia existencia mientras dicha protección no entre en conflicto con la Primera o Segunda Ley.

Escenario: acabas de obtener tu primera responsabilidad como Scrum Master. No sabes qué hacer después de la Daily Scrum.

¿Es humano? tu Scrum Master practica el aprendizaje continuo, asiste a talleres y busca retroalimentación para mejorar sus habilidades de facilitación y coaching. Es proactivo y quiere evolucionar con las necesidades del equipo.

¿Es una IA? Tu Scrum Master se actualiza con nuevos datos, prácticas, métodos (algoritmos) y herramientas, pero carece de la motivación intrínseca y el viaje de crecimiento personal que experimenta un Scrum Master con ADN humano.

La prueba de Turing aplicada a Scrum

Ya que estamos en estas, la Prueba de Turing, diseñada para evaluar la capacidad de una máquina para exhibir un comportamiento inteligente equivalente al de un ser humano, también puede aplicarse a los Scrum Masters.

Escenario: durante una Sprint Planning, un Developer plantea una preocupación sobre la viabilidad de una historia de usuario debido a limitaciones técnicas.

Respuesta del Scrum Master Humano: «Ese es un gran punto, Lucho. Discutámoslo más a fondo. ¿Puedes compartir más detalles sobre las limitaciones? Tal vez podamos encontrar una solución o repriorizar esta historia».

Respuesta de una IA Scrum Master: «Limitación técnica notada. Ajustaremos la prioridad con el Product Owner«.

¿Por qué importa? El Scrum Master humano profundiza, facilitando una sesión de resolución de problemas en colaboración, mientras que la IA simplemente reconoce, toma decisiones y ajusta, sin involucrar al equipo en una conversación significativa.

Un Scrum Master “humano” prueba diversas técnicas de facilitación, ejercicios de construcción de equipos y prácticas de innovación. Son experimentos para destacar un atributo clave: el toque humano en las prácticas ágiles es irremplazable. Es la creatividad, la empatía y la adaptabilidad de las personas lo que impulsa la agilidad.

Ahora, no me malentiendas. La IA es un catalizador exponencial para la agilidad. Puede analizar grandes cantidades de datos, identificar patrones e incluso sugerir mejoras. Sin embargo, el rol de un Scrum Master implica más que solo procesamiento de datos, un Scrum Master humano fomenta una cultura de colaboración, confianza y mejora continua. En particular, un Scrum Master extraordinario promueve una comunidad de productos que se centre en crear explícitamente una cultura en la organización donde las personas conozcan y sigan el espíritu de Scrum.

La IA puede asistir proporcionando ideas valiosas y automatizando tareas rutinarias, permitiendo al Scrum Master enfocarse en los elementos humanos que las máquinas no pueden replicar.

En conclusión, mientras que la IA tiene su lugar en la mejora de la agilidad, la esencia del rol de un Scrum Master es profundamente humana. Las bromas, las actividades improvisadas de construcción de equipos, la escucha empática: estas son cualidades que ninguna IA puede reemplazar. Así que la próxima vez que estés en una revisión de sprint o una retrospectiva, tómate un momento para apreciar las cualidades únicas y humanas que tu Scrum Master aporta al equipo. Y si alguna vez los ves citando a García Márquez (¡como yo!) o improvisando una rutina de comedia stand-up, ten la certeza de que definitivamente no es una IA.


Addéndum:

A propósito, este artículo fue escrito en su totalidad por un escritor humano. ¡Ese soy yo! Ningún GPT fue agraviado durante el proceso de redacción y corrección de esta gacetilla.

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