Ágiles Colombia 2025: el pulso emocional que nos une más allá de la conferencia

«Momento de vanidad»

Finalizó Ágiles Colombia 2025, novena edición, y es inevitable, al menos para mí, sentir ese vacío interior, visceral, luego de un gran encuentro con amigos, colegas y gente entrañable en la “ciudad bonita” de Colombia, Bucaramanga.

Por eso, lo primero que quiero destacar es la artesanía superlativa de todo un equipo organizador, cuyo bordado, trenzado, tejido manual y grabado durante seis meses o más logró reunirnos bajo un mismo escenario, con una agenda cuidadosamente modelada, diversa y de gran nivel, curada también por un gran equipo de expertos, pero sobre todo de personas obsesionadas con la calidad de cada una de las sesiones del programa. A todos ellos, mis profundas felicitaciones y mi admiración incondicional.

Toca decir aquí ese “no mencionaré nombres para no cometer la imprudencia de dejar a alguien por fuera”, pero más vale algunos que ninguno, así que Claudia Toscano, entrañable amiga y maestra, Luis Guillermo “Guille” Alvarado, ¡qué trabajo tan descomunal! Carito, Marcela, Francy, Jessika, Karen y los “cuchillas” Camilo, nuestra impresionante, siempre buena onda, María Emilia, a quien profeso una profunda admiración y con quien compartí conversaciones alucinantes durante estos días, entre algunos otros, por supuesto, no menos importantes. Aplausos intensos para todos ellos, alfareros ágiles que pusieron cuerpo, mente y corazón para que se gestaran las mejores conversaciones del año alrededor de los temas que nos sacuden y nos hacen mejorar.

Ahora toca comentar sobre los invitados especiales, keynotes, personas profesionales de gran trayectoria, ni hablar de su experiencia en campo, dos viejos conocidos de la Comunidad, no precisamente por “viejos” en sentido literal, más por el cariño entrañable que les tenemos no solo en Colombia, sino en toda Latinoamérica, Alan Cyment y Hernán Wilkinson, quienes nos deleitaron con su profundidad y nos hicieron vibrar con sus charlas alucinantes. ¡Qué bueno haberlos vistos una vez más!

Nota mental a quienes no vinieron a Bucaramanga: ¡Se lo perdieron!

Y dos personas brillantes, audaces, destacadas en sus respectivos campos, inicialmente no tan reconocidos en la Comunidad, pero quienes contribuyeron a imprimir un sello de clase mundial a nuestra Conferencia. La segunda, en el orden en que se tomaron el escenario, fue Mónica Villegas, Directora de Visión Circular de la ANDI, quien nos mostró cómo incorporar la sostenibilidad en las empresas —más allá de ser un costo inicial, una inversión estratégica que refuerza reputación y eficiencia a mediano y largo plazo— en un escenario de crecientes obligaciones ambientales, sociales y económicas a nivel nacional e internacional, en breve, el triple impacto de las organizaciones brillantes, ¡de todo mi gusto! Mónica compartió su visión de acompañamiento en la implementación de estas estrategias, así como las barreras superadas en el camino. Además, enfatizó cómo la sostenibilidad actúa como catalizador de colaboración incluso entre competidores, generando alianzas poderosas para afrontar retos comunes. Mirando hacia donde vamos, algo así como “Sinergia sostenible cuántica”, el nuevo impulso disruptivo que redefine el futuro empresarial. ¡Funciona para mí!

Entre tanto, el primero de ellos, José Alejandro Torres, asesor de juntas directivas y estratega organizacional, presentó los ciclos de pensamiento de las juntas directivas, un marco conceptual que revela cómo los procesos de toma de decisión, discusión y análisis se entrelazan en múltiples ciclos recurrentes, funcionando como una sofisticada maquinaria que moldea tanto el pensamiento individual como el colectivo. Además, profundizó en la naturaleza de la confianza como un proceso orgánico que no admite atajos ni aceleraciones sin desvirtuar su propia esencia.

En mi continuo interés de empezar a aplicar y, sobre todo, a experimentar, lo que derivo de la charla de José Alejandro es algo así como una “Fibra cognitiva incremental”, una fuerza innovadora que impulsa juntas directivas hacia una confianza auténtica y decisiones de alto impacto. Confianza que surge de un fluir natural y colaborativo, que no admite atajos ni trucos, dado que su potencia reside en el ritmo orgánico con que estos ciclos sincronizan las voluntades. ¡Justo lo que estaba buscando para abordar nuevas conversaciones!

A partir de allí, cada uno de los conferencistas, facilitadores, entrega total, un Open Space algo rápido y limitado en tiempo para mi gusto, aunque siempre es un privilegio ver a Alan en el rol de facilitación de estos espacios, inmenso. Además, un foro estratégico sobre el futuro del desarrollo del Software, necesario a todas luces y que condujo Juan Andrés Ochoa, con la presencia otra vez de Hernán Wilkinson. Espero que cada asistente se haya llevado el mensaje y que, según cada contexto, generen sus conclusiones. No hablaré de las tres sesiones que facilité o cofacilité en turnos sucesivos con Catalina Aguirre y Diana Apraez, y la sesión adicional solicitada durante el Market Place a propósito de la publicación del así llamado “Paquete de expansión de la guía de Scrum”, buenos coloquios en todos los espacios.

Lanzamiento del libro y la importancia que esto tiene durante una Conferencia como Ágiles Colombia

¡Mención de honor!

En los últimos años he visto con mucho agrado el ímpetu que hemos tenido algunos autores para escribir, publicar y lanzar nuestros libros en eventos como Ágiles Colombia, Ágiles Latinoamérica y la Flow Agility Conference. Esta vez no fue la excepción. Y no se trata del libro Pruebo, Luego Existo, de mi gran amigo Jorge Abad quien nos cedió el honor de lanzarlo a su queridísima esposa Diana y a mí mientras él volaba sobre el mar Mediterráneo con destino a Chennai en India. Y sabemos exactamente dónde estaba en ese momento porque logramos conectarlo vía Internet en el instante en que iniciábamos la sesión. Pero ya hablaremos en otra oportunidad del libro de Jorge para el cual además tuve la oportunidad de escribir un capítulo.

Para mí es también de mucho orgullo contar que, durante el evento, nuestro amigo Camilo Velásquez lanzó su libro “El arte del agile coaching: Un viaje hacia la transformación organizacional en la era de la Inteligencia Artificial” que escribiera con Damián Buonamico, con ilustraciones fabulosas de nuestra hada de la facilitación gráfica Juliana Betancur, y con un prólogo prolijo y casi mágico que escribió desde Portugal la gran Lyssa Adkins, sí, la misma Lyssa que nos enseñó a dar los primeros pasos en el arte del agile coaching con su libro «Coaching Agile Teams: A Companion for ScrumMasters, Agile Coaches, and Project Managers in Transition«.

Nos dice Camilo en su presentación algo así como que imagina al Agile Coach no como un rótulo grabado en la puerta, sino como un arsenal de habilidades esenciales para destrabar el aprendizaje, la adaptación y la mejora continua en los laberintos más enrevesados o, al menos, así lo interpreté. El libro está pensado para profesionales que ya mastican los principios de la Agilidad y buscan descender al núcleo de su aplicación en organizaciones en plena ebullición. Con un pulso feroz de análisis, reflexiones quirúrgicas y ejemplos que cortan de raíz la teoría, El arte del Agile Coaching despierta claridad mental y musculatura estratégica, justo cuando el pensamiento ágil se convierte en el oxígeno imprescindible para transformar el futuro.

¿Y esta evocación especial a Camilo y a su libro por qué? Es que lanzar un libro en una Conferencia como Ágiles Colombia es como soltar una bomba de conocimiento que detona conexiones instantáneas: no solo le das chispa a tu credibilidad, sino que inyectas ideas frescas directamente en la sala llena de practicantes hambrientos de innovación. Es la oportunidad perfecta para tejer redes, recoger feedback en caliente y transformar la teoría en acción colaborativa al instante. Además, cada lanzamiento refuerza la comunidad, genera conversación y marca el pulso de lo que vendrá.

Yo ya lo estoy leyendo. ¡Enhorabuena Camilo y Damián por el libro! Y que nunca pare la fiesta editorial ágil: más obras, más descubrimientos, más impulso para seguir reinventando juntos.

Próxima parada Ágiles Colombia 2026

El cierre con “La Pinga” estuvo fantástico mientras la lluvia arreciaba con fuerza a una Bucaramanga que encontré más próspera, preparada para lo que viene, habitada por personas increíbles.

Y para celebrar el décimo aniversario del evento y los fabulosos 16 de la Comunidad, en Medellín los espera un equipo nutrido y fantástico de anfitriones. Nos vemos entonces.  

¡Estoy feliz!

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